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Artesana originaria de los Matacos fue premiada en la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho 2025 en Catamarca por su trabajo con lana de oveja

Con el corazón del invierno argentino como telón de fondo, Catamarca volvió a ser el epicentro de una celebración que enaltece lo más profundo de nuestras raíces: la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho 2025. Considerada la más grande del país durante esta estación, esta edición reafirmó con fuerza la identidad cultural de la provincia y el país a través de sus artesanías, sabores, paisajes y expresiones artísticas en forma de música y danza.

Encuentro de culturas y talentos

Durante jornadas colmadas de color y emoción, artesanos y artistas de todo el país se dieron cita para compartir sus creaciones con miles de visitantes que recorrieron cada stand. La diversidad y riqueza cultural se hizo presente en cada rincón del predio, generando momentos únicos que mezclaron tradición, modernidad y autenticidad.

Reconocimiento al trabajo ancestral: “Lo Mejor del Poncho 2025”

Uno de los momentos más esperados fue la premiación a “Lo Mejor del Poncho 2025”, donde se distinguieron los trabajos más destacados en artesanía, diseño y promoción turística. En el 1° Premio del Rubro Fibra Animal Lana de Oveja, se alzó con el galardón la formoseña Octaviana Ortiz, oriunda de Ingeniero Juárez, Departamento Matacos.

Su labor, basada en el tejido ancestral que se transmite de generación en generación, no solo conquistó al jurado, sino que emocionó a todos los presentes. A pesar de las dificultades, pudo viajar gracias a la ayuda y el apoyo incondicional de familiares y amigos, dejando en alto el nombre de Formosa con sus obras que fusionan historia, identidad y arte.

Un viaje que celebra lo nuestro

La Fiesta del Poncho volvió a demostrar que las tradiciones no solo se conservan, sino que se reinventan y se celebran con orgullo. Octaviana Ortiz, como tantos otros participantes, representa el espíritu resiliente, creativo y profundo del pueblo argentino. Catamarca, una vez más, fue el escenario donde las historias individuales se entrelazaron para formar un tejido colectivo que emociona y enorgullece.

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