El turismo en la provincia de Formosa enfrenta una crisis que se ha prolongado durante años, afectando gravemente a los sectores comercial, hotelero y gastronómico. Estos dependen casi exclusivamente de los empleados públicos, quienes, a su vez, perciben los salarios más bajos del país, situándose por debajo de la línea de pobreza. Esta situación ha generado un estancamiento económico que afecta tanto al sector privado como al desarrollo local.
Ante este panorama, surge un consenso: la única solución viable es activar el turismo. Para ello, se requiere que el estado provincial implemente herramientas efectivas, inspirándose en estrategias exitosas de provincias vecinas, con el objetivo de atraer turistas y revitalizar el circuito económico.
En este contexto, el concejal Patricio Evans utilizó sus redes sociales para criticar la gestión del estado provincial, señalando directamente a la ministra de Turismo de Formosa, Silvia Segovia. En sus declaraciones, Evans expresó: “La ministra está paveando en la planta de Nutrifor diciendo que el mate cocido que se distribuye en las escuelas es 100% formoseño. Que me diga dónde están las plantaciones de yerba mate en Formosa.” Estas palabras han encendido un debate sobre el rol que debería desempeñar el Ministerio de Turismo en la búsqueda de soluciones para reactivar esta “industria sin humo”.
La discusión no sólo pone en el centro de atención a la ministra, sino que también plantea una reflexión más amplia sobre las políticas públicas necesarias para impulsar el turismo. La reactivación de este sector no solo beneficiaría al sector privado, sino que también tendría un impacto positivo en la comunidad en general, promoviendo el desarrollo económico y social de la provincia.
El desafío está planteado: ¿podrá el estado provincial asumir un rol proactivo y estratégico para transformar la crisis en una oportunidad de crecimiento?