Acompañada por el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, llegó al acto oficial por Malvinas que se hace en la ciudad de Ushuaia. Allí saludó a excombatientes, familiares y también a vecinos de esa localidad.
A la número dos del gobierno libertario se la vio de buen humor charlar con el mandatario provincial, que responde a Unión por la Patria (UP). Más temprano, Milei encabezó otro acto, en la Plaza San Martín, ya que ambos decidieron participar de actividades separadas este año, lo que mostró la tensión que existe en la cúpula de esta gestión.
Identificada con Malvinas porque su propio padre, Eduardo Villarruel, participó de la guerra, Villarruel aterrizó en Ushuaia y se encontró con dirigentes que ya estaban en la ciudad desde la noche anterior -entre ellos, una veintena de diputados nacionales de distintas fuerzas- cuando se hizo la tradicional vigilia.
Durante el inicio del acto, la vicepresidenta fue invitada a izar la Bandera junto a excombatientes. En ese momento se la vio entonar las estrofas de la marcha Aurora en medio del frío del sur, con solo 2 grados que marcaba el termómetro y tras las nevadas de anoche, que dejaron los árboles y los techos teñidos de blanco.
Por el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, Villarruel recibió un corazón azul (color que lo simboliza) tejido por un grupo de niños de la ciudad, con quien se tomó una foto.
Después comenzaron los discursos. El primero en hablar fue el presidente del Centro de Excombatientes de Malvinas en Ushuaia, Juan Carlos Parodi, quien ponderó la presencia de la vice. “Es un honor tenerla acá con nosotros. No es común que autoridades nacionales estén presentes acá con nosotros”, le dijo y acotó que esta era una buena ocasión para reclamar por las gestiones políticas para la recuperación de las islas.
“Día bien malvinero, ¿no? Así fue el 2 de abril”, comentó Parodi cuando comenzó a nevar otra vez en la ciudad.
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