Este sábado, la localidad de Laguna Blanca se prepara para dar inicio a una nueva edición de la Fiesta Nacional del Pomelo, un evento que tradicionalmente atrae a miles de visitantes. Sin embargo, este año, la capacidad hotelera está completamente ocupada, no por turistas, sino por funcionarios de distintos organismos del estado.
Según un relevamiento realizado por este portal de noticias, el Hotel Guaraní ha reservado todas sus habitaciones para el Ministerio de Turismo, que alojará a sus funcionarios y a algunos artistas invitados. Otros hoteles de la localidad, como El Imperial, Brimalu y Luisin, hospedarán a funcionarios de segunda y tercera línea del gobierno, incluyendo personal del Ministerio de la Producción y de la Comunidad, Secretaría de Comunicación, y Legisladores entre otros organismos provinciales.
Además, trascendió que el personal encargado de las tareas del festival se alojarrían en escuelas y casas particulares, donde las habitaciones tienen un costo de entre 60 y 80 mil pesos por día. Estos gastos serán facturados al Ministerio de Economía a través de la Cartera de Turismo de la provincia.
Este escenario ha abierto un debate sobre el gasto público en la Fiesta del Pomelo en tiempos de crisis. La ausencia de turistas y la ocupación hotelera exclusivamente por funcionarios estatales pone en evidencia que el evento será presenciado mayormente por vecinos de Laguna Blanca y localidades cercanas.
La situación plantea interrogantes sobre la gestión de recursos en eventos culturales y la verdadera accesibilidad de estos para el público general en un contexto económico desafiante.