La Selección argentina buscará extender su gloria este domingo cuando enfrente a Colombia desde las 21 en la final de la Copa América. Después de esta noche, Ángel Di María, que ya había anunciado que esta sería su última competencia con la Albiceleste, no volverá a vestir la camiseta con la que festejó los goles más importantes de esta generación. Y todavía tiene una chance de aumentar ese mérito.
“Ojalá pueda terminar de la mejor manera con esta camiseta. Es fútbol y pueden pasar mil cosas. Pase lo que pase el domingo 14, creo que me puedo ir por la puerta grande, he hecho todo para irme por esa puerta. Entregué todo, como hoy, como cada partido. Agradecido a mi familia y nada más”, aseguró después de ganar la semi ante Canadá en DSports mientras la voz le temblaba y los ojos se le llenaban de lágrimas.
Entre los logros de Fideo, se recordarán para siempre la medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2008, la Copa América 2021, la Finalissima 2022 y el Mundial 2022: en cada una de las cuatro finales convirtió un gol.
En el cierre de la Fase de Grupos ante Perú, Di María se convirtió en el tercer jugador con más presencias en la Selección argentina: lleva 144 partidos. Solo quedó atrás de Javier Mascherano (147) y Lionel Messi (186).
Tanto en esta última edición de la Copa América como en algunos amistosos y partidos por las Eliminatorias Sudamericanas, Angelito fue el capitán de la Selección cuando no estuvo Messi. En reiteradas veces, comentó: “Es un orgullo llevar la cinta, pero tiene una parte mala y es que no puede jugar Leo”.
Di María convirtió 31 goles con la Albiceleste, tres de esos fueron en Mundiales: uno en 2014 ante Suiza en los cuartos de final, uno en 2018 ante Francia en los octavos y el de la final en 2022. Fue convocado cuatro veces: solo con Diego Maradona como técnico no anotó en la máxima cita del fútbol.
El “Last Dance” de Fideo será en una nueva final con la Selección argentina, un panorama que ni en sus mejores sueños podría haberse prefigurado. Sea cual sea el resultado, el premio mayor ya están en su poder -y no necesariamente en una vitrina-: el cariño del público será suyo para siempre.
(TN).