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Un grupo de aborígenes linchó a un comerciante y lo dieron por muerto cerca de El Espinillo

El día domingo pasado cerca de las 20 horas, Juan Emilio Enciso, un comerciante de 65 años volvía a su casa en El Espinillo. Terminaba un día de trabajo que había iniciado muy temprano con viajes a varias localidades en donde vendía joyas que llevaba en un maletín.

Ya cerca de llegar, desde la entrada de una comunidad aborígen, salió desde la más absoluta oscuridad, según el relato de la familia, una moto con dos personas y sin luces. Juan frenó para evitar chocarlos pero el golpe fue inevitable y por el accidente, ambas personas resultaron con heridas entre leves y graves, a uno de ellos tuvieron que amputarle la pierna pero ambos continúan con vida hasta el día de hoy.

Ni bien pudo detener el vehículo, un Chevrolet Agile, bajó rapidamente para ver que podía hacer junto a un acompañante que iba con él y lo que sucedió después fue una verdadera pesadilla, que atravesaron y atraviesan hasta el momento el protagonista y toda su familia.

Fue abordado por 20 aborígenes que empezaron a golpearlo con puños, pies y palos. Cayó al piso y los golpes continuaron. El acompañante cuando vio que venían a golpearlo también a él, corrió y se escondió en el monte.

Juan fue maniatado con alambres, torturado y arrastrado por la tierra hasta que perdió la conciencia. Un gendarme que pasó casualmente por el lugar paró para intervenir y los aborígenes, pensando que estaba muerto, lo dejaron tirado y no impidieron que lo empezaran a desatar.

Despues destruyeron completamente el vehículo y le robaron el maletín con las joyas, los documentos del vehículo y todo lo que pudieron llevarse. La policía al llegar solo atinó a llamar una ambulancia para asistirlo pero no intervino de manera alguna con los violentos que seguían destrozando el vehículo.

Una de las hijas, Alejandra, llegó con su esposo al lugar alertada por la policía pero tuvo que huir del lugar porque también la amenazaron con destruirle el auto. “No me dejaban mover mi auto, hasta que se distrajeron con la salida de la ambulancia y con mi marido salimos a toda velocidad”.

Cuando lo subieron a la ambulancia, logro reaccionar y como suele suceder, en la misma ambulancia, iba otra persona también en viaje hacia el Hospital de Laguna Blanca. Se trataba de una mujer aborígen que cuando iban en viaje, intentó agredirlo nuevamente dentro de la ambulancia pero fue impedida por el acompañante que ya iba con él.

La esposa dijo que fue amenazada y que le dijeron que van a incendiarle la casa en El Espinillo, porlo que no solo vivió una situación de extrema violencia y anarquía vivida por su familia en una zona liberada sino que además tuvo que viajar a la ciudad de Formosa, ya que Juan fue derivado al Hospital Central donde permanece internado en terapia intensiva.

Tiene heridas en los pulmones, en las costillas, fracturas en el rostro, le detectaron un sangrado en la cabeza entre otras lesiones graves, producto de la golpiza de la que fue víctima. La denuncia se radicó en la Comisaría de El Potrillo pero la familia no cree que hagan absolutamente nada porque según entienden, “Los aborígenes hacen lo que quieren y la policía no actúa para nada”.

(Leo Fernández Acosta).

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