Piqueteros y sindicalistas aliados al Gobierno salieron este lunes a plantear su rechazo ante las medidas económicas anunciadas por Sergio Massa. A través de distintos mensajes, aseguraron que “no compensan la devaluación y la suba de precios”.
El fin de semana, en medio de una fuerte presión del kirchnerismo y otros sectores del oficialismo, el candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP) y titular del Palacio de Hacienda finalmente dispuso el pago de una suma fija de $60.000 (en dos cuotas) para trabajadores del sector público y privado, un bono de $37.000 para jubilados que cobran la mínima, y la exención por seis meses de la carga impositiva para monotributistas de las categorías más bajas.
Para los líderes del Polo Obrero y Libres del Sur, dos agrupaciones sociales que suelen confluir en reclamos piqueteros, las medidas son insuficientes. Exigen, en cambio, que el Gobierno aplique una suba del salario mínimo, vital y móvil, que impacta sobre los planes sociales.
“Los anuncios no compensan la devaluación, la suba de precios y la consecuente pérdida en los ingresos. Además, en su mayoría, se trata de bonos discrecionales. Debe haber un aumento del salario mínimo, vital y móvil, adelantando los plazos ya acordados en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, y reabrir al mismo tiempo la discusión para recomponer la pérdida sufrida”, afirmó Silvia Saravia, dirigente nacional de Libres del Sur.
Y sumó: “Si no hay un congelamiento de precios, no hay forma de que se recupere el salario, las jubilaciones, las ayudas sociales y los ingresos populares en general”, añadió Saravia.
En la misma línea, en el Polo Obrero consideraron que las medidas constituyen una “extorsión” a los trabajadores. “La suma fija anunciada por Massa para jubilados y programas sociales, solamente por dos meses, además de una miseria, constituye una extorsión al electorado trabajador”, señaló Eduardo Belliboni, líder de la organización de izquierda.
Belliboni también le reclamó a Massa que defina una suba del salario mínimo vital y móvil: “Eligió no aumentar el mínimo. Para tener un salario equivalente a la canasta familiar, hay que salir a luchar”.
Las críticas a los anuncios de Massa exceden a las agrupaciones de izquierda: aunque la CGT apoyó las medidas, al Palacio de Hacienda también empiezan a llegar cuestionamientos desde sindicatos aliados, como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Para Hugo Godoy, jefe de ATE y de la CTA Autónoma, las medidas de Massa “eran urgentes y necesarias”, pero “se quedaron a mitad de camino”.
Y sumó: “Los $60.000 eran lo que solicitábamos como suma fija en marzo, y la realidad es que la inflación está mucho más disparada de lo que estaba en ese momento”, explicó, sobre los reclamos de los trabajadores estatales.
Por último, se refirió a la situación particular de municipales y provinciales: “Habrá que asegurarse que el gobierno nacional garantice los recursos para que estados municipales y provinciales puedan acceder a dar estas medidas indispensables”. (TN).