Tras las elecciones provinciales en Formosa, el oficialismo encabezado por Gildo Insfrán logró mantenerse en el poder bajo el mecanismo de la controvertida Ley de Lemas, sistema que ha sido calificado por diversos sectores como una herramienta de fraude electoral. Esta victoria abre la posibilidad de que Insfrán modifique la Constitución Provincial para volver a presentarse como candidato a gobernador en 2027, desafiando el fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional la reelección indefinida y calificó de ilegítima su actual gestión.
La situación encendió alertas en los medios nacionales y entre especialistas en derecho constitucional, ante el temor de una alteración del orden democrático en la provincia. En este marco, el Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, habría comenzado a reunir antecedentes y pruebas que sustenten una posible intervención federal.
En este escenario, el partido La Libertad Avanza de Formosa sufrió un revés electoral en Formosa, que sólo logró poner un diputado y un concejal, en contraste el partido del senador Francisco Paoltroni, logró posicionarse como la segunda fuerza política. Su lista consiguió tres bancas en la Legislatura provincial, ocupadas por Villaggi, Montoya y Zaiser, marcando un avance significativo frente al aparato oficialista.
La reciente performance de Paoltroni generó movimientos en el tablero político nacional, y la Casa Rosada dio signos de acercamiento y fue invitado a participar de los actos del 9 de Julio por el gobierno de Javier Milei, y se rumorea una posible reunión en la Casa Rosada en los próximos días para tratar el conflicto institucional formoseño. Además, su nuevo posicionamiento abre la puerta a futuros acuerdos para las elecciones legislativas nacionales de octubre, donde se renovarán bancas en la Cámara de Diputados.
Con todos los ojos puestos en Formosa, el interrogante se agiganta: ¿se viene la intervención federal? Las próximas semanas podrían definir el rumbo político de una provincia bajo fuerte tensión institucional.