La joven abogada Milagro Alvarenga, amiga y –para muchos- algo más del diputado Armando Felipe “Papacito” Cabrera, tomó el micrófono y ante la mirada atónita del octogenario legislador, le pidió al Gobierno provincial, es decir, a Gildo Insfrán, que los jóvenes tengan más participación. No dijo nada extraordinario, pero las cosas en el Modelo Formoseño, no funcionan así Mili. Y lo vas a saber con el devenir de los días.
De la Redacción / En un acto realizado hace pocos días atrás en Ibarreta, la tierra del eterno diputado justicialista Armando Felipe “Papacito” Cabrera, su joven compañera, Milagro Alvarenga, abogada y entusiasta militante del ¿Modelo Formoseño?, tomó el micrófono y ante el asombro de su propio compañero y de otros dirigentes que peinan canas, les cantó las cuarenta, siguiendo el ejemplo del fallecido Papa Francisco, hizo lío.
En otros lugares donde la democracia funcione correctamente, y donde la libertad política sea real, lo de la joven de rulos, no sería nada extraordinario. Dijo lo obvio, hace falta renovación en la política, y más en un justicialismo donde a nivel nacional, está quedando demostrado que los “popes” ya no son bien recibidos entre la gente; y piden un mix, los más experimentados detrás acompañando y apuntalando a los jóvenes. Sin embargo en Formosa, el Modelo Formoseño, se fagocita a cualquier dirigente que quiera asomar su cabeza sin pedir permiso para levantar la mirada hacia el Jefe.
Algún espíritu liberal invadió a la joven Alvarenga, que quiere llegar a ser dirigente activa, y puso el grito en el cielo. A todo pulmón, arengó a los jóvenes a reclamarle al Gobierno Provincial, es decir, a Gildo Insfrán, fuentes laborales, oportunidades reales y los espacios políticos, que, entiende Mili, “nos corresponden”.
“Como joven me gustaría hacer un llamamiento a nuestro gobierno que hoy nos representa, para -con el perdón de las personas que tienen un poco más de años- reclamarle darle espacio a los más jóvenes”, dice Mili en el vídeo que compartimos gracias a los colegas de Radio Parque.
“Somos la generación más preparada, con títulos, maestrías y posgrados… pero no tenemos el espacio político que nos merecemos”, expresó ante un salón repleto en Ibarreta, mientras a su lado la observaba con orgullo su pareja, el eterno “Papacito”, que le duplica la edad.
Los colegas de Radio Parque se preguntan si no es una puesta en escena donde se disfraza el nepotismo, pero lo cierto es que puesta en escena o no, al Tío, no le gusta nada que sus sobrinos le griten en la cara.
Alguno que otro, ya dijo por lo bajo: “Saluden a esta piba, que se va”.
De repente Milagro Alvarenga podría dejar de aparecer en los actos, empezará a perder protagonismo en algunas ponencias de las que suele ser partícipe gracias a su cercanía y favorecida por el Modelo. Habrá que esperar para ver… o dejar de ver.
(Fuente: El Comercial).