Así se expone en el trabajo “Provincias fiscalmente más expuestas en el actual contexto político y económico”, a cargo de Marcelo Capello y Valentina Gallardo, de la consultora IERAl de la Fundación Mediterránea. Se destaca que desde fines de 2023 y en lo que va de 2024, ya sea con la anterior o como con la nueva administración nacional de gobierno, se han producido o se podrían producir cambios en materia económica que afectaron o podrían afectar la fortaleza fiscal de cada provincia.
Entiéndase por fortaleza fiscal a la capacidad de los gobiernos subnacionales para financiar sus niveles habituales de gasto público corriente y de capital, así como cumplir con sus obligaciones por deudas. En el nuevo contexto, las provincias más expuestas fiscalmente son aquellas que dependen más de las transferencias fiscales nacionales automáticas y discrecionales (especialmente las segundas), las que dependen más del consumo en sus economías locales, las que en 2023 contaban con menor ahorro corriente y mayor importancia del gasto en personal y, finalmente, las provincias con mayores compromisos por servicios de deudas.
Si se analiza por provincia, las transferencias discrecionales explican un 34 % en la Caba (incluyen los envíos para financiar el traspaso de la Policía Federal a esa jurisdicción), 24 % en Buenos Aires, y 21 % en La Rioja. Para la provincia de Corrientes representan el 7 % al igual que para Formosa, mientras que para el Chaco el 9 % y para Misiones el 10 %.
Ante ese contexto de ajuste que reciben Formosa y Corrientes, la gestión del gobernador Gustavo Valdés no despidió a ningún empleado público provincial, continúan los aumentos de sueldos para que la inflación no impacte en los salarios de los trabajadores, y la obra pública continúa con recursos provinciales.