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Más de 650 mujeres finalizaron una capacitación en oficios de la Escuela de Mujeres Emprendedoras

En el marco de un acto en el que participaron las mujeres que finalizaron las capacitaciones de oficios y sus familias, los dirigentes de la Escuela de Mujeres Emprendedoras (EsME), hicieron la entrega de certificados que las habilita a emprender, a soñar con un camino diferente o simplemente les otorga la satisfacción de decir: Sí pude. 
La Escuela de Mujeres Emprendedoras (EsME) la creó, en 2021, la Coalición Cívica-ARI con el propósito de generar un espacio de igualdad de oportunidades para todas las personas que se autoperciban como mujer, a partir de la formación en oficios y la capacitación en otras herramientas para potenciar el desarrollo de sus habilidades y emprendimientos. 

Llevan dictados más de 60 cursos presenciales y virtuales, todos abiertos y gratuitos; pero también empezaron a generar clínicas y jornadas de intercambio entre las emprendedoras y, además, realizan ferias en parques y plazas para que ellas tengan un espacio de promoción, visibilización y comercialización de sus productos y servicios.
En este caso, dijo la presidenta de la mesa de Capital, Gabriela Gauna, que fueron dos meses de capacitaciones en oficios. “Dentro de la escuela tenemos dos bimestres y este último sábado se hizo entrega de los certificados de la primera camada de participantes en los diferentes cursos. Fueron más de 650 mujeres las participantes”.

Los cursos se dan en EsME central -en el pasaje Álvarez-, donde ofrecen clases que duran dos meses -barbería, crochet, costura creativa, decoración de tortas, cocina exprés, bartender-, y además están los cursos que llevan a los diferentes barrios de la ciudad que se llama EsME en los barrios de donde egresaron poco más de 80 participantes. “Este año incorporamos lo que consideramos el soporte más blando de las emprendedoras que es ‘liderá tu emprendimiento’, donde aprendieron sobre marketing, finanzas, manejo de redes, foto producto y una serie de herramientas que para las que ya están emprendiendo, les son de suma necesidad”, explicó.

Desde el punto de vista de Gauna, lo que ocurrió en el marco de esta entrega de certificaciones fue muy especial porque en muchos casos, quizás, es para muchas de estas mujeres la primera vez que reciben un certificado en su vida. “Esto lo entendemos cuando las mujeres se acercan y nos cuentan sus historias, lo que, en lo personal y para el equipo, genera mucho orgullo porque además somos protagonistas del acompañamiento familiar que tienen”, explicó. 
“En muchos casos -agregó Gabriela Gauna- contaban que, por la edad, ellas pensaban que no podían aprender más. Entonces, aprender un oficio para ellas es un antes y un después, porque muchas veces no es solamente la necesidad económica sino la necesidad de superar sus propios límites, y el entorno de la escuela son mujeres ayudando a otras mujeres a darse cuenta que sí es posible”. 
“A veces, esas dos horas a la semana son las dos únicas que tienen para dedicarse a sí mismas. Un espacio lejos de la escuela de sus hijos, de los chicos, la casa, el marido, que también forman parte de sus vidas pero que en muchos casos nos pone frente a nosotros la fotografía de lo que nos pasa como sociedad y nos muestra cómo se recarga a las mujeres con el trabajo del hogar. Por eso la escuela viene a sostenerlas y acompañarlas; a que se mantengan, lleguen al final y concreten ese sueño o proyecto postergado tanto para ellas como para sus familias”, dijo Gauna. 
“La entrega de certificados representó el cierre de un ciclo, con un hermoso evento que incluyó sorteos. Además, en breve vamos a anunciar los cursos de la segunda mitad del año, espacios gratuitos que buscan que cada vez más mujeres tengan independencia económica”, agregó para finalizar.

(Diario Norte).

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