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Cuatro días sin Guadalupe Pereira: Una pelea, acusación y terrible cruce de versiones sobre la menor desaparecida

Rosalía Godoy es una mujer de 54 años, madre presente de 7 hijos y abuela de una menor de 14 años, de la cual no se sabe nada desde hace tres días. La última vez que vieron a su nieta J.G.P. fue el jueves 23 de mayo por la tarde en el barrio Nuevo Amanecer de Barranqueras, después de que se habría retirado de su casa tras una pelea con su madre.

La búsqueda de la menor expuso una fuerte disputa interna en la familia y denuncias que datan del año 2014 por supuestos hechos de maltrato sufridos por la adolescente, quien es intensamente buscada por estas horas por la Policía del Chaco.

Paola Beatriz Alderete, madre de la menor, habló públicamente sobre la desaparición de su hija y expresó: “Lo último que pido a quien sepa o tenga a mi hija es que me diga si necesita recompensa, que me diga cuánto, pero que me la entregue. Que me diga cuánto es el importe que quiere y yo se lo entrego , no me importa de dónde saco el dinero”. Esta declaración fue duramente cuestionada por la abuela materna de la desaparecida: “Está sabiendo algo”, opinó.

Denuncia realizada por la abuela en noviembre y la de su desaparición.

En declaraciones a Diario Chaco , Rosalía Godoy expresó: “Lo que sabemos por la mamá es que la nena se había ido de la casa el jueves 23 a las cinco de la tarde tras una fuerte discusión. No es la primera vez que ella iba y venía, parece que siempre se peleaba mucho con la mamá. Hay un maltrato infantil por parte de mi hija que no voy a negar porque son cosas que van en mi contra. Hay algo que no podemos saber sobre qué pasó ese día, qué ocasionó que ella tomara la decisión de irse o si alguien ya la estaba esperando. No sabemos nada, solo la madre, pero está evadiendo muchas respuestas y nos da pistas erróneas” .

La abuela contó que hace años se hace cargo de la hija mayor de Paola y que en algunos momentos tuvo la tenencia de la menor desaparecida. Desde el año 2014, Rosalía ha venido advirtiendo y denunciando que su nieta sufre una “situación de abandono”, con rasgos de enfermedades como sarna, y que por ello pidió “asistencia psicológica para Paola Alderete para que asumiera su rol de madre”. Todo esto consta en un acta de la entonces Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del 16 de enero de 2014.

Denuncia realizada por la abuela en noviembre y la de su desaparición.

Sin embargo, diversas situaciones se habrían repetido según surgen de las denuncias de vecinos y de las propias presentaciones judiciales de Godoy. En noviembre de 2023, advertida por una vecina, denunció situaciones de maltrato infantil que habrían cometido su hija Paola y la pareja de esta contra su nieta: “La ataron y la golpearon”, acusó. 

Acta de enero de 2014

“Nosotros nos enteramos por los vecinos que a ellos —sus nietos— los maltrataban, que los dejaban afuera, que no los dejaban entrar en la casa”, contó Rosalía a Diario Chaco  y agregó: “A ´G´ le faltó afecto que no recibió. Yo la traía a la nena, pero siempre había problemas desde el 102 que decía que tenía que estar con el entorno de la madre y se iba. Pero siempre hubo maltratos y sufrimiento. “G” tiene un prontuario en la línea 102 de golpes tras golpes, abandono”.

Las horas más movidas para la familia fueron las de este sábado. “Ayer golpeamos las puertas de la fiscalía, fuimos a la Comisaría Segunda, ahí nos ignoraron y nos dijeron “ya estamos haciendo las cosas”, fuimos a Jefatura también”, apuntaron. 

Acta de enero de 2014

“EL PORTEÑO”, LA VERSIÓN DE LA MADRE

Minutos antes de la publicación de esta noticia, Paola Alderete, madre de la menor “G”, salió al cruce de su propia familia en declaraciones a Diario Chaco : “Tengo impotencia porque en vez de que mi familia me esté apoyando, sale y habla cualquier tipo de boludeces . Si ellos sabían que yo le maltrataba y era la agresora de mi hija, ¿por qué no se hicieron cargo cuando el 102 la dejó ahí? ¿Por qué no se hicieron cargo cuando “G” me hacía estos problemas de retobarse, de querer hacer quilombo, de ser rebelde?”.

Paola dijo que siempre se hizo cargo de su hija y que “varias veces” comentó diversas situaciones con su hija y “actitudes raras” a su familia. “Que hoy mi hija no aparezca no quiere decir que yo soy la agresora o que la pude haber matado”, agregó y acusó a su hija de haberle “levantado la mano” en algunas situaciones.

Paola Beatríz Alderete, madre de la menor. Crédito: Diaria Mente

Sobre la desaparición, contó que el miércoles 22 a la madrugada vio que estaba encendida la luz de la habitación de su hija y que espió por la cerradura. “Ahí veo que ella tenía el celular apoyado en el respaldo de su cama” haciendo un uso inapropiado del teléfono, relató y añadió que la increpó al notar que estaba en una videollamada. “Cuando vi que se distrajo, le saqué el celular. En ese momento, lo apagué y le dije que no se lo iba a revisar”.

Ya en otro sector de la casa, la madre comenzó a revisar el celular de la menor. “Ahí descubrí que se estaba escribiendo con un porteño y que él le iba a enviar plata” , manifestó y siguió: “Busqué su teléfono en Mercado Pago y dice que se llama “D.M. Troncoso”. Es un tipo grande, ese porteño que dice que es menor tiene esa cuenta en Mercado Pago. En Instagram y Facebook se llama Marce Rodríguez, pero se ve que ese no es el apellido original”.

“Esos dos días -posterior a descubir el uso del celular en forma inadecuada- estuvo de rebelde, de enojada, porque no quería salir de su pieza, estuvo encerrada, limpió y sacó una cantidad de cosas que no usaba. Dije “bueno, capaz ya se le va a pasar el enojo y mañana me va a hablar”. El día 23 me dijo “ma, quiero hablar con vos””, relató, aunque después no quiso decirle nada y a la casa llegó una amiga de su hija. Delante de esa menor, finalmente su hija le anunció que se iba de la casa, discutieron y la menor salió corriendo, perdiéndose de la vista de su madre.

La mujer cree que su hija está con alguien que contactó por Instagram. Paola también señaló que tras denunciar la desaparición recibió un “dato certero” sobre la posibilidad de que su hija esté “en un lugar que funciona como secta satánica, pero el encargado mayor de las comisarías de Barranqueras no quiso dejar que vayan móviles a ese lugar”. (Diario Chaco).

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