Como parte de las acciones de información, “La columna de Patt”, accedió en exclusiva para el Diario Ahora Litoral, con el escritor y chef nacido en Costa Rica, Luis Enrique Pereira Brenes, para hablar sobre su reciente obra para el Grupo Editorial Annunate “Los Hechizos de Horcón”.
Bienvenido Luis Enrique a la columna de Patt, para Diario Ahora Litoral, y gracias por tu presencia.
La Columna de Patt: En el libro, ¿Cómo fue el recorrido interior para hallar el camino a la selección de los relatos que componen la obra?
Luis Enrique Pereira Brenes: En el momento que decidí escribir ¨Los Hechizos de Horcón¨ estaba realizando un viaje de regreso desde Argentina (donde viví más de 10 años y conocí a mi actual marido) hasta Costa Rica (mi país de origen). En ese proceso de transición se despertó en mi mente una galería de lugares donde fui feliz y en los cuales podía encontrar tranquilidad (posiblemente para enfrentar estados de ansiedad y tristeza). Es de esa forma que los relatos se ambientan en Argentina, Costa Rica, Chile (de donde es mi marido) e Irconac (ese sitio que siempre me acompañó en el corazón cuando empecé a escribir cerca de los 15 años). En estos espacios era impensable que no estuviera presente la comida, puesto que una de mis premisas de vida es que la cocina es constructora de historias.
LCdP: La narrativa es intangible respecto a emociones, sensaciones y sentimientos, ¿reconoces elementos de la cocina con esas cualidades?
LEPB: Mis mejores memorias han sido en torno a la mesa. En el mundo de la cocina desde que piensas qué vas a cocinar, vas a comprar los ingredientes, los preparas y te sientas con tus seres queridos, se experimenta el abanico de emociones, sensaciones y sentimientos más amplio y variado: hay risas, sorpresa, nostalgia, celebración, tristeza, chismes, brindis por éxitos alcanzados, invitados solitarios que encuentran compañía, velas que se apagan para celebrar la vida misma y la oportunidad siempre, de sanar vínculos que se han dañado. El significado que los humanos le aportamos a la cocina es tan importante que llega a trascender inclusive la muerte, pues hay culturas como en México donde celebran el Día de Muertos, y que mejor manera de recibir a esos seres que partieron y que regresan en espíritu una vez al año que con aquellas recetas que tanto amaban comer.
LCdP: La cocina es un espacio de transformación por naturaleza, ¿encuentras similitudes con la literatura contemporánea?
LEPB: La cocina se puede utilizar como espacio para desarrollar temas que se encuentran presentes en la literatura contemporánea. Se puede enfocar en el medio ambiente, política, desigualdades sociales, de género y en el mismo realismo mágico (para muestra un botón ¨Como agua para chocolate¨ de Laura Esquivel).
LCdP: Las letras y el arte culinario se pueden apreciar como pasiones, ¿es amor a primera vista o un hechizo perpetuo?
LEPB: Para mí es amor a primera vista, y luego, queda como hechizo perpetuo por siempre en tu mente y en tu alma, como si fuera un sello o un tatuaje. Las mejores comidas y libros nunca se olvidan, siempre hablamos de ellos y los tenemos como referencia en el momento que más los necesitamos.
LCdP: ¿Cuáles son los beneficios de las plataformas y editoriales digitales?
LEPB: El primero es el cuidado al ambiente, luego, el precio, puesto que son más accesibles, y el tercero, la disponibilidad de espacio: hace poco pensaba que, si tenía que hacer, por ejemplo, un viaje en avión de 12 horas y quería entretenerme leyendo varios libros, es mucho más práctico tener cinco títulos en el celular o una tableta electrónica que impresos en papel en una mochila.
LCdP: ¿Qué porcentaje emocional, de trayectoria, de academia, de profesionalismo se aplican a la receta de “Los hechizos de Horcón”?
LEPB: De emociones un 100%: es un libro que abre el espacio para traer a nuestra mente a aquellos seres queridos que han pasado por nuestras vidas (madres, abuelas, mascotas, amigas y amigos). Los relatos son una llave para acceder a las memorias propias de los lectores y lectoras.
De trayectoria diría que es una obra que recorre aquellos sitios que marcaron mi vida y vi potencial en ellos para poder plasmarlos en el papel, incluyendo experiencias durante la pandemia de Covid-19 (lo cual es algo con lo que muchos y muchas se pueden sentir identificados).
De academia diría que no vas a encontrar recetas de la alta cocina francesa o de institutos de artes culinarias, más si menciones de platillos que son un punto de referencia para hacer ver el potencial que tiene la comida como constructora de identidad. Son comidas del día a día, de lo cotidiano. Por último, desde el punto de vista profesional hay plasmados relatos que tienen por objetivo cuestionar la tan ¨normalizada¨ explotación laboral en el sector gastronómico.
Muchas gracias por la calidez de tus palabras y felicitaciones por tu obra.
Los interesados en adquirir la obra o conocer la propuesta editorial, pueden ingresar al siguiente enlace
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