Usuarias que viajaron con la app alertaron que el chofer del auto era Sergio Osvaldo Alila, con dos penas por delitos sexuales y que fue beneficiado con la libertad condicional.
Las redes sociales se convirtieron en un hervidero de versiones en los últimos días a partir de la revelación a modo de alerta que efectuó una usuaria: supuestamente un condenado por abuso sexual estaba trabajando como conductor de la popular app de transporte de pasajeros UBER en Resistencia.
El posteo se conoció en Twitter y no tardó en viralizarse, generando fuerte repudio la posibilidad de que una persona con esos antecedentes pudiera estar al mando de un servicio de estas características. Y no es para menos con solo recordar uno de los casos más resonantes de la crónica policial chaqueña, y que tuvo repercusión nacional, como lo fue en el año 2012 el asesinato de la radióloga Tatiana Kolodziey a manos de Juan Ernesto Cabeza, un depredador sexual recientemente excarcelado que conducía el remis que aquel 20 de octubre abordó la joven de 32 años.
INVESTIGACIÓN INTERNA
Este tipo de casos tocan siempre una fibra muy sensible en cualquier sociedad por el nivel de desprotección al que las víctimas, o potenciales víctimas, pueden sufrir incluso para algo tan habitual y básico como pedir un remis para ir de un lugar a otro o, en este último hecho, hacerlo a través de una app como UBER, conocida por implementar rigurosos mecanismos para brindar seguridad en el viaje.
Pero, al parecer, algo falló.
“Estamos sobre el tema, en pleno protocolo de investigación interna, y como medida urgente hemos deshabilitado la cuenta involucrada” , indicaron desde UBER Argentina a NORTE ante la consulta efectuada, dando por confirmada la existencia de dicha cuenta a nombre de Alila.
Para entender lo ocurrido hay que retroceder al último fin de semana. “Y bueno hermanas, a cuidarse nomás. Me llegó esto, solo cuídense hasta para tomar un UBER” publicó una usuaria de Twitter acompañando el mensaje de dos imágenes mostrando la pantalla del perfil del conductor que fue a buscar a la persona que le envío las fotos. En las mismas podía apreciarse que el conductor se llamaba Sergio Osvaldo y tenía como foto una imagen de Alila. La misma persona publicó un segundo mensaje para ratificar su “escrache” con una foto del conductor, tomada desde el asiento trasero por la pasajera, y en que se puede apreciar a una persona con características físicas muy similares al mencionado.
Estos mensajes generaron una enorme repercusión cosechando principalmente muestras de sorpresa y temor. Algunos incluso supieron entonces que Alila fue excarcelado hace pocos meses. También hubo respuestas confirmando la versión de parte de otras pasajeras que aseguran haber viajado con Alila como conductor.
Entre todos los mensajes que se fueron sumando en medio de la polémica, una persona que fue identificada como la madre del sujeto, salió a defenderlo y a condenar lo que consideró un “ataque injusto” hacia su familia.
Entre otras cuestiones, la mujer mencionó que la viralización de este “escrache” estaba “el derecho a trabajar” de su hijo y provocando “sufrimiento a mi nietita”.
Además mantuvo fuertes cruces contra quienes repudiaron que Sergio Alila esté trabajando como conductor de UBER, pidiendo que “dejen de escracharlo” y lo “dejen trabajar” porque lo necesita.
En medio de todo esto, como si fuera poco, un perfil de Twitter atribuido a Sergio Osvaldo Alila amenazó con demandas judiciales a todos los que compartían las denuncias.
TRES CONDENAS: ABUSO SEXUAL Y LAVADO DE DINERO
Alila tiene sobre sus espaldas tres condenas, dos en el fuero provincial por abusos sexuales, y una en la Justicia Federal por lavado de dinero.
Aunque los casos más resonantes, y que motivaron una larga evasión de la justicia hasta que fue detenido, fueron los relacionados a delitos contra la integridad sexual, la primera condena le llegó en julio de 2021 en el marco de una causa por lavado de dinero que juzgó el Tribunal Oral Federal de Resistencia, que lo sentenció a seis años de prisión.
En ese entonces Alila ya se encontraba detenido a la espera del avance de los otros procesos. Así en junio de 2022 fue condenado a cuatro años de prisión por abuso sexual simple en concurso real con privación ilegítima de la libertad, en una causa cuyos hechos ocurrieron en el 2018, cuando la víctima era menor de edad (tenía 14 años).
Alila permaneció tras las rejas hasta las fiestas de fin de año, cuando fue beneficiado con la prisión domiciliaria a la espera del último proceso que debía afrontar.
Finalmente, para este año se esperaba que Alila afrontara un juicio por jurado por su otra causa por abuso sexual agravado contra una menor de edad. Sin embargo, tras acuerdo de las partes, el acusado admitió la culpabilidad a cambio de un juicio abreviado con una condena menor.
Así la justicia consideró, al hacer los cálculos correspondientes, que había purgado dos tercios de sus penas por abusos (teniendo en cuenta la prisión preventiva), Alila recibió la libertad condicional debiendo mantener ciertas pautas de conducta. En este cálculo no se habría considerado la condena a seis años en la causa federal, sentencia que si queda firme próximamente, lo obligaría a retornar a la cárcel. (Diario Norte).