La impactante suba del dólar blue y la prolongada sequía que produjo pérdidas millonarias en el sector agropecuario, junto al alto proceso inflacionario, conforman el combo perfecto para un escenario de absoluta incertidumbre, tanto para comerciantes como para los consumidores. En ese contexto, AIRE consultó a representantes de la construcción, supermercados, industria y electrodomésticos y todos reconocieron, con las particularidades de cada caso, la escasez de determinados productos y la remarcación de los precios.
Otra de las coincidencias que marcan desde los tres sectores es la dispersión entre los consumidores, por un lado, y los cambios de hábitos, por otro. En relación a lo primero indican diferencias entre los que más y menos capacidad de compra tienen, señalando que aquellos que pueden realizan pequeñas inversiones en “bienes de lujo”, como grandes televisores, o se stockean con artículos de supermercados o de construcción. Para aquellos que están más ajustados con los gastos, las compras en cuotas siguen siendo una posibilidad real.
“El panorama, claramente, no es el mejor. Tenemos un escenario de incertidumbre total, no hay precios de referencia, un mismo artículo viene con varias listas de precios, cambia permanentemente, no tenemos idea qué precio poner al público ni cuándo se podrá estabilizar”, indicó en diálogo con AIRE, Roberto Slobodianuk, integrante de la Cámara de Comerciantes de Artefactos para el Hogar de Santa Fe.
Para el representante de las pymes tecno, la situación provocó una caída en las ventas, con clientes que solo compran lo estrictamente necesario y mediante financiación. “Hoy por suerte tienen todavía una herramienta de compra que es el programa Ahora 12, que es aprovechado por muchas familias. Tiene una tasa de interés que en relación al proceso de inflación no es alta, sigue siendo conveniente para el usuario y al comerciante le sirve para dinamizar ventas”, explicó.
Otro de los problemas que registran desde el sector está vinculado a las importaciones, faltan insumos para los artículos lo que generó que se resienta la producción, se generen faltantes y así también sea otro motivo para el alza en los precios. “El incremento en las listas no es parejo, ronda entre el 10 y 12% mensual, algunas se sostienen un poco más mientras que otras empresas suben para resguardarse”, comentó Slobodianuk.
Por su parte, la presidenta de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Verónica Eizmendi, encendió las luces amarillas respecto a “cierta merma” que están observando respecto al movimiento en la obra pública y privada. “En el rubro de la construcción, el 2022 ya fue todo el año muy complicado por el gran proceso inflacionario y la irrepresentatividad de los índices que re determinan las obras. Contratamos obras con precios bajos uno o dos años atrás y la estamos ejecutando ahora, y el ajuste de esas obras no es representativo a la realidad con la inflación tan grande que se dio en los últimos años”, aseguró.
Los trabajos de este mes tienen que ver con la infraestructura vial, como pavimentaciones, bacheos y construcción de puentes.
“Otra cosa que es importante es el dólar. Hay muchos insumos en la construcción que dependen del dólar, directa o indirectamente. Por ejemplo, las obras eléctricas. Todo lo que depende del dólar ha tenido un costo más elevado, no se consigue. Hay problemas para la importación y son las obras más problemáticas”, contó. Y afirmó que las obras que tienen más dificultades por esto son las eléctricas. Hay demoras en insumos de automatismo o cables.
Con respecto a la industria, Javier Martín, flamante presidente de la Federación Industrial de Santa Fe, aseguró que el principal problema es “la inflación, el dólar termina siendo otro de los precios de la economía que es significativo para el resto, ya que muchas de nuestras variables se van posicionando a partir de ese precio”.
Y agregó: “Estos saltos bruscos generan turbulencias, se pierden precios de referencia, aparecen proveedores que no cotizan o demoran el presupuesto, entonces aparecen los problemas. De todas maneras, lo que subyace es el proceso inflacionario que distorsionó los precios relativos y es el principal foco que debería atenderse”, reclamó Martín.
Para el industrial, otro de los factores que impacta en la coyuntura es la sequía “donde las ramas que están directa o indirectamente vinculadas al sector agrícola ganadero sufrieron reducción de demanda muy fuerte. Mientras que las vinculadas a la lechería o soja, aceite, molienda siguen la evolución y también recibieron su impacto”, completó el presidente de la Federación Industrial de Santa Fe.
Respecto a los alimentos, la titular de la Cámara de Supermercados y Almacenes de Santa Fe y la zona (Camsafe), María Elizabeth Raffín explicó que la suba de precios es general y “el dólar siempre impacta de forma indirecta” y reconoció la faltante de productos vinculados a legumbres, azúcar, yerba y que tienen que ver con las cosechas que se perdieron producto de la sequía.
“En algunas líneas no tenemos ni precios ni productos y en otras tenemos precios, pero no productos. No hay mercadería de parte de los proveedores”, comentó. Otra de las situaciones que mencionó están relacionadas con los acuerdos de precios entre el Gobierno y las empresas: “Las fábricas no entregan porque dicen que no pueden sostener el precio que piden desde Economía”.
(Aire de Santa Fe).