La titular de PRO, Patricia Bullrich, se mostró en Mendoza con los radicales y en medios nacionales se deslizó la posibilidad de que sea la contrincante del jefe porteño en la interna de JxC. Aseguran que busca exhibir su buena sintonía con un sector importante de la UCR y quiere romper la creencia de que Larreta tiene atado al partido centenario para su plan nacional. En ese sentido, el gobernador Gustavo Valdés sería clave.
La Fiesta Nacional de la Vendimia, que fue la caja de resonancia de la interna, alentó a las principales figuras opositoras que se anotan en la carrera por la sucesión de Alberto Fernández a viajar al distrito gobernado por el radical Rodolfo Suárez para exhibirse en uno de los principales eventos del verano para la política.
Con el telón de fondo de la disputa por la presidencia, Suárez y el senador nacional Alfredo Cornejo, quien aspira a recuperar el bastón de mando en su provincia en los próximos comicios, oficiaron de anfitriones para recibir a los máximos referentes del conglomerado opositor.
Tras la visita relámpago del jueves de Horacio Rodríguez Larreta, quien buscó aplacar los ánimos de Cornejo y Suárez por la rebeldía de Omar De Marchi, quien desafía a los radicales y amaga con romper el frente Cambia Mendoza, Bullrich llegó en busca de un guiño radical.
Por eso, estrechó lazos con Cornejo, quien orbita cerca del eje Macri-Bullrich en JxC y buscó correr a Gerardo Morales y Martín Lousteau, socios de Larreta, de los lugares protagónicos desde que arrancó el evento oficial. El mendocino jugó en tándem con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, para aislar al jujeño. Esa jugada es también un pase de facturas a Larreta por no haber ordenado a De Marchi, publicó ayer el diario La Nación.
Tras la cumbre anual de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) en el patio central del Park Hyatt Hotel, donde Morales compartió escenario con Sergio Massa y el gobernador Suárez, entre otros, Bullrich y Cornejo armaron una “rosca opositora” en el lobby para marcarle la cancha a Morales y Larreta.
Con esa maniobra, Bullrich logró un fuerte gesto de apoyo de un sector de la UCR. Reunió para una foto a Cornejo, Rodrigo De Loredo, aspirante a gobernador de Córdoba, Facundo Manes, uno de los presidenciables del radicalismo, Valdés, Carolina Losada, Mariana Juri y Luis Naidenoff, entre otros. También se sumó Emilio Monzó, cuyos laderos trabajan en la campaña de Bullrich. “Este un equipo que se está formando”, deslizaron cerca de la titular de Pro, quien busca escenificar el principio de una alianza con el radicalismo. ¿Y Morales? “Preferimos que esté lejos, con Massa”, chicanearon. Los larretistas De Marchi, Eduardo Macchiavelli y Guadalupe Tagliaferri también quedaron fuera de la escena.
En el campamento de Bullrich remarcan que tienen “coincidencias” en el proyecto de país con esa rama interna de la UCR. E imaginan un gobierno de coalición con el radicalismo. “Para nosotros es central llegar a un acuerdo con el radicalismo nacional, en cada provincia. Tanto en lo electoral y de gobierno. Queremos hacer un gobierno de Juntos por el Cambio y por ende una propuesta electoral con esa esencia”, aseguran. La idea de los armadores de Bullrich es darle un mayor volumen a su proyecto presidencial. Hablan de una suerte de upgrade para enviar una señal al “círculo rojo” y el resto de los socios de JxC. Federico Angelini y Sebastián García de Luca fueron los encargados de organizar la maniobra y llevaron adelante las tratativas con Cornejo y Valdés.
Los detractores de Morales en la UCR lo acusan de trabajar en un proyecto personal para acompañar a Larreta en la fórmula. Pese a que el jujeño se lanzará el 15 de marzo en el Gran Rex, desconfían de sus planes. Dicen ante propios y extraños que “no los representa”.
La foto de la cumbre de Bullrich con sus aliados radicales agita la interna en JxC. Mientras los larretistas intentaban medir el impacto, Lousteau se juntó a charlar a solas con Cornejo. Cerca del senador creen que es un error que el radicalismo exhiba sus fisuras de cara a la definición de las listas electorales.
Apenas arribó a Mendoza, Bullrich activó su primera jugada: ensayó una aproximación a De Loredo, rival de Luis Juez en la interna de JxC Córdoba, quien cerró filas con Larreta pese a que predica el “poliamor” y evita romper con la titular de Pro. El nombre de De Loredo, de buen vínculo con Macri y con perfil “halcón”, cobró fuerza como eventual compañero de fórmula de Bullrich durante las últimas semanas. Pero el aliado de Lousteau busca preservar su ambición de suceder a Juan Schiaretti y mide fuerzas con Juez.
Bullrich, que estuvo escoltada por Cornejo desde que aterrizó, también se exhibió junto a Valdés y Suárez en la Vía Blanca de las Reinas y en el palco oficial para ver el carrusel de la Vendimia. “Es el radicalismo sin Morales”, celebraron en el equipo de la exministra. La exfuncionaria de Macri también mostró sintonía en el evento con el libertario José Luis Espert, quien aspira a competir por la sucesión de Axel Kicillof en Buenos Aires.
A Losada, otra presencia opositora en Fiesta de la Vendimia, se la disputan los principales aspirantes presidenciales de JxC. Desde Manes hasta Larreta o Bullrich la imaginan para secundarlos en sus boletas. Ella debe definir si compite por la gobernación de Santa Fe o apuesta a un rol nacional. Los bullrichistas descuentan que Valdés y Losada se alinearán con la titular de Pro.
Con información del diario La Nación