Rubén Rimoldi, renunció este miércoles por la noche al cargo de ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, jaqueado por la creciente ola de crímenes en la ciudad de Rosario. El gobernador Omar Perotti citó al funcionario para una reunión urgente esta noche en la Casa Gris, donde se definió la salida anticipada de Rimoldi del gabinete. Será reemplazado por el actual secretario de Seguridad de la provincia, Claudio Brilloni.
La ola de crímenes sicarios ocurridos en Rosario, sumados a las balaceras contra edificios y organismos públicos, fue el detonante de la renuncia de Rimoldi. Durante su paso por el Ministerio de Seguridad, no logró ponerle freno a la violencia que asola la ciudad del sur provincial, donde en 2022 se registraron 287 homicidios: la más alta de su historia.
Brilloni será el cuarto ministro de Seguridad en lo que va de la gestión de Omar Perotti. El primero había sido Marcelo Sain, entre diciembre de 2019 y marzo de 2021, y el segundo Jorge Lagna, entre marzo de 2021 y agosto de 2022. Rubén Rimoldi fue el tercer ministro de Seguridad de la actual gestión: asumió en agosto de 2022 y duró seis meses en su cargo.
La saga criminal que sacude a Rosario selló la salida de Rimoldi, que se produjo pocas horas después de los fuertes reclamos que lanzó el intendente de esa ciudad, Pablo Javkin, dirigidos al gobierno provincial. Javkin pidió más policías para su ciudad y fue particularmente crítico de la gestión de Rimoldi. “Que se venga a vivir acá”, le pidió el intendente al ahora ex ministro, para graficar la necesidad de una mayor intervención provincial en la ciudad del sur santafesino.
Claudio Brilloni asumirá como nuevo ministro de Seguridad de Santa Fe.
Por qué se fue Rimoldi del Ministerio de Seguridad
En las últimas horas, hubo cuatro episodios que sellaron la suerte de Rimoldi:
- El martes, en una reunión con la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Emergencia de Seguridad, en la Legislatura provincial, Rimoldi había confirmado que había personas detenidas por el crimen de Lorenzo “Jimi” Altamirano en Rosario. Horas después, los fiscales Matías Edery y Luis Shiappa Pietra lo desmintieron.
- La frase desafortunada que pronunció Rimoldi esta mañana durante una conferencia de prensa en Rosario, donde comparó la situación que atraviesa la ciudad del sur provincial con lo que ocurrió en Colombia en las décadas del 80 y del 90 en pleno auge de los carteles de droga.
- El contrapunto público que mantuvo Rimoldi con el intendente de Rosario, Pablo Javkin, quien pidió al gobierno provincial más presencia policial en su ciudad y reclamó mayor compromiso al ministro: “Que se venga a vivir acá”. Rimoldi le contestó que actualmente vive en Rosario y viaja a la ciudad de Santa Fe. Ese cruce verbal cayó decididamente mal en la Casa Gris.
- La decisión de Javkin de suspender una actividad oficial en la que iba a anunciar la ampliación de la red de bicisendas en Rosario, luego de una balacera contra un centro de distrito municipal. Esa decisión de Javkin –que luego subió el tono a través de una serie de tuits en los que reclamó más agentes policiales para su ciudad– fue decisiva para la suerte de Rimoldi.
Rosario, una ciudad sin paz
En lo que va del año, se registraron 32 homicidios en Rosario: 24 en enero y 8 en los primeros días de febrero. Lo que más alarma a las autoridades es que, de ese total, no menos de 20 crímenes fueron cometidos por sicarios: 15 en enero y –según estiman los investigadores– también los 8 cometidos en lo que va de febrero.
Más allá de los números fríos, lo que subyace como emergente de la violencia en Rosario es una lucha interna entre miembros de la banda de Los Monos, por dinero y falta de lealtad, lo que aparece en la mira de las autoridades como puntapié inicial del baño de sangre con el que comenzó 2023.
El secuestro y crimen de Lorenzo Altamirano es un caso paradigmático: fue elegido al azar para que el cadáver de este músico y artista callejero sirviera como una especie de envoltorio para generar conmoción y pasar un mensaje interno a la barra de Newell’s, donde Los Monos están en permanente disputa por la hegemonía de las tribunas.
A la par de este homicidio con sello de la mafia, otro fenómeno criminal empezó a preocupar: los ataques a las comisarías. Se produjeron cuatro atentados con bombas molotov y con disparos en siete días. El último ataque a balazos se concretó el lunes a las 22.30, cuando un hombre en bicicleta sacó una pistola 9 milímetros y disparó contra un auto estacionado y el frente de la seccional, que es de vidrio. Increíblemente, el atacante no fue detenido.
A raíz de los repetidos hechos de violencia, el intendente Pablo Javkin salió a pedir mayor colaboración a las autoridades provinciales: “Rosario necesita 5.000 policías capacitados para combatir el crimen ya”, expresó a través de las redes sociales.
En el mismo sentido, el mandatario rosarino pidió, además de la presencia de más efectivos capacitados, “un plan” contra la inseguridad y la violencia. “Rosario debería tener 5000 policías capacitados y con un plan de trabajo ¿Están? No están ¿Existe un plan? No existe”, aseguró.
Finalmente, el intendente describió lo que consideró es su rol en este flagelo: “Nosotros iluminamos, urbanizamos barrios, nuestros profesionales de salud salvan vidas de heridos de bala todos los días. Lo vamos a seguir haciendo porque es nuestro deber, pero nada alcanza si los que tienen las armas no nos defienden”. (Aire de Santa Fe).