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El gobierno provincial y Municipio pusieron la plata que nación no envió para el pago de Choferes, y volvió el Colectivo

Los seis días de paro del transporte urbano de pasajeros en esta capital que afectó a miles de correntinos, deja el sinsabor de la certeza de que, así como nada ocurrió con los cinco días de paro en julio pasado, en las que no hubo sanciones a las empresas concesionarias, mucho menos compensaciones a los usuarios, pero sí aceleró el proceso de aumento del boleto de $96,50 a $200; esta vez tampoco ocurrirá nada.
Desde el jueves 23 hasta ayer inclusive, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Corrientes concretó una medida de fuerza que dejó sin transporte urbano e interurbano a miles de correntinos, por el incumplimiento de un acuerdo salarial por parte de la patronal. Fueron seis días en que los funcionarios provinciales y municipales, incluidos los concejales capitalinos, que se llamaron a silencio o, responsabilizaron a la Nación la demora en el envío de los fondos de los subsidios.

Seis jornadas en las que los trabajadores correntinos, perdieron el presentismo en sus trabajos por no poder movilizarse hasta sus lugares de trabajo. No todos tienen un auto, una moto o una bicicleta, y tampoco tienen un familiar o compañero de trabajo que los lleve. Lo mismo ocurrió con los estudiantes. Todo por un conflicto entre empresarios y el sindicato de choferes. Algo que, llamativamente, se repite con mayor asiduidad sin que los funcionarios del área se aboquen a garantizar un servicio que, supuestamente, es público.

Tras negarse a acatar la convocatoria a una conciliación obligatoria por parte de la Subsecretaría de Trabajo de la provincia, que la dictó recién el lunes último, es decir, el quinto día de medida de fuerza, ayer llegó la noticia que la Provincia y el Municipio de la Capital volvieron a girar más recursos a las arcas empresariales, para que las empresas cumplan con sus compromisos.
Por esa razón, después de las 17 de ayer, y tras verificar que los fondos estaban depositados en sus cuentas, recién allí volvieron a circular los colectivos.

Para el sector empresario, las intervenciones estatales fueron las salvadores. Lo peor de la situación es que se destrabó el conflicto por un incumplimiento que correspondía a fondos de octubre. En diez o quince días, cuando las empresas tengan que asumir el pago no solo de los salarios sino también el pago del aguinaldo de los trabajadores, y vuelvan a asegurar no tener recursos suficientes. Si tuvieron que recibir una ayuda extra ayer, en dos semanas es posible que Corrientes se encuentre, una vez más, en la antesala de otro paro de colectivos, que habrá que ver por cuánto tiempo se extenderá y de dónde saldrá la solución, sobre todo si se tiene en cuenta los dichos del próximo Gobierno nacional que evalúa el recorte total de subsidios. Cabe preguntarse una vez más, si los perjudicados volverán a ser los vecinos correntinos. Lo más seguro es que sí. (Diario Norte).

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