El 5 y 6 de diciembre, desde las 19, el predio recibirá la primera edición del Festival Yacaré Rock. “El encuentro busca visibilizar la escena under del rock y el metal local”, expresaron desde la organización. A esto agregaron que hay expectativas de poder mejorar la situación.
La comunidad under del rock y el metal en Corrientes se prepara para dos noches que prometen ser un antes y un después para la escena local. El 5 y 6 de diciembre, desde las 19, se celebrará el Festival Yacaré Rock en el predio conocido como “Arena Maipú”, en la intersección de la avenida Maipú y calle Orán, con entradas generales a 5.000 pesos por día. Sobre el escenario convivirán hard rock, rock cristiano, rock alternativo, punk, metal y death metal, en una grilla que reúne a 26 bandas locales a lo largo de dos jornadas.
La propuesta, explican sus organizadores, busca demostrar que en Corrientes existen artistas talentosos capaces de sostener festivales de calidad y de convocar a un público fiel. Yacaré Rock surge como una respuesta directa a la falta de espacios culturales donde este tipo de música pueda desarrollarse con continuidad y profesionalismo, y al mismo tiempo como un gesto de aliento a músicos de la escena correntina y de alrededores.
El impulsor del proyecto, el músico y gestor cultural David Ríos, define al festival como una plataforma pensada para las bandas emergentes que históricamente quedaron fuera de los grandes escenarios.
“El festival lo creé para todas las bandas emergentes de Corrientes, que no son escuchadas por nuestros dirigentes”, señaló, al tiempo que cuestionó que “la cultura del rock fue abandonada por la cultura provincial” y remarcó la necesidad de generar un escenario genuino que les dé visibilidad a estos proyectos.
Ríos también subrayó que el rock necesita políticas claras que permitan el desarrollo y acompañamiento de las bandas, más allá de esfuerzos aislados. Según describió, muchas formaciones “fueron cayendo y apagándose” porque no encuentran lugares dónde tocar, y aun cuando se anotan para festivales en plazas u otras actividades públicas, rara vez son tenidas en cuenta por los organismos oficiales. En ese sentido, mencionó el caso del Taragüí Rock como ejemplo de una programación que a su entender no refleja la diversidad ni las necesidades reales de la escena local.
“Nosotros sin presupuesto, pero con todo el rock local, vamos a salir adelante a mostrar que Corrientes está lleno de artistas y bandas que suenan mejor que nadie”, sostuvo el organizador al presentar el festival. El objetivo de largo plazo, explicó, es crear un espacio estable: “Un rincón para el rock”, donde las bandas locales sean protagonistas, puedan ensayar y contar con un escenario al menos una vez al mes, acompañadas por proyectos que impulsen su producción artística.
Hay expectativas
Entre las bandas y el público, afirma Ríos, hay una mezcla de esperanza y expectativa de que este impulso autogestivo genere finalmente el acompañamiento necesario. “Tenemos fe en que vamos a ser escuchados, que vamos a encontrar más escenarios y que podremos construir un festival de rock propio, de gran magnitud, al nivel de la Fiesta del Chamamé o el Carnaval”, expresó, enfatizando que para eso hace falta personas que conozcan y respeten la cultura del rock y estén a cargo de lugares de decisión.
Mientras tanto, Yacaré Rock se propone demostrar, desde el under y con recursos limitados, que la potencia de la escena correntina está lista para ocupar ese lugar. Está todo listo para comenzar a rockear.