Tras el temporal que descargó más de 200 milímetros en 48 horas el último fin de semana, en el ejido rural de San Luis del Palmar más de 40 familias de la 4.ª Sección -entre los parajes Empedrado Limpio, Ramones y Capií Ty- permanecen aisladas por la combinación de desbordes del Riachuelo y del río Empedrado, saturación de lagunas y anegamiento completo de los caminos de ingreso. El impacto obligó a suspender la circulación terrestre y a sostener la asistencia exclusivamente por vía fluvial mediante lanchas, que desde el lunes trasladan alimentos, agua potable, medicamentos, elementos de higiene y artículos de primera necesidad.
Según confirmaron autoridades municipales, cinco familias fueron evacuadas en forma preventiva hacia sectores seguros de la planta urbana, mientras que el resto de los habitantes decidió permanecer en sus viviendas rodeadas de agua, a la espera del descenso natural del nivel. La Escuela N.º 505, uno de los puntos más golpeados por la crecida, recibió provisiones mediante botes debido a la imposibilidad de acceso por tierra; el dictado de clases se mantiene suspendido desde el inicio del evento. Se reportan, además, dificultades para el ingreso de personal sanitario y la interrupción del transporte escolar y de asistencia comunitaria.
Desde el Municipio señalaron que la asistencia “se mantiene de manera rápida y coordinada con el Gobierno provincial”, aunque subrayaron que el nivel de los espejos de agua no registra descensos significativos por la saturación del suelo y el escurrimiento lento hacia cauces mayores. Defensa Civil, personal policial y equipos locales de logística participan en los operativos diarios, que parten desde centros de acopio urbanos hacia los sectores más comprometidos, priorizando núcleos familiares con niños, adultos mayores o personas con condiciones de salud preexistentes.
El tránsito por caminos vecinales permanece interrumpido en toda el área comprendida desde el límite con los departamentos de Empedrado y Mburucuyá hacia el interior de la Cuarta Sección. Vecinos y productores señalan que en varios tramos el agua supera la altura de las ventanillas y que el ingreso de vehículos constituye un riesgo operativo; por ese motivo, las autoridades mantienen el pedido de evitar traslados no esenciales. El corte de accesos, además, impide la salida de mercadería agrícola y el movimiento de pequeños rodeos, que permanecen confinados en elevaciones naturales.
Aunque el último registro oficial indica que el nivel del Riachuelo se encuentra “estable”, el pronóstico climático no resulta alentador: el Servicio Meteorológico anticipa el ingreso de un nuevo sistema frontal, con probabilidad de precipitaciones que podrían prolongar o agravar la condición de aislamiento en la zona rural. Ante ese escenario, algunas familias comenzaron a preparar elementos para una eventual evacuación forzada, en caso de que el nivel vuelva a subir o la asistencia no pueda sostenerse por clima adverso.
Hasta el cierre de esta edición no se realizó un relevamiento definitivo de daños materiales ni de pérdidas productivas, debido a la imposibilidad de ingresar a todos los domicilios. Las autoridades locales mantendrán activo el Comité de Emergencia en guardia permanente y no descartan nuevas evacuaciones si el tiempo empeora. Hasta que los niveles hídricos desciendan y los accesos puedan recuperarse, la asistencia por vía fluvial seguirá siendo el único mecanismo de abastecimiento para la 4.ª Sección de San Luis del Palmar.
(Diario Norte).
