Paraguay registra un preocupante brote de sarampión. En los países limítrofes crecen lo casos de dengue y Covid-19.
En un escenario epidemiológico regional complejo, marcado por el resurgimiento del sarampión y el aumento estacional de enfermedades como el covid-19 y el dengue, el Ministerio de Salud Pública de Corrientes intensifica su vigilancia sanitaria y refuerza estrategias preventivas ante posibles reintroducciones de estas enfermedades desde países vecinos.
Según explicó la directora de Epidemiología de la provincia, Angelina Bobadilla, los brotes de sarampión se vienen registrando de forma creciente a nivel global, con numerosos países ya en situación activa de contagio. En América del Sur, Paraguay encendió sus alertas sanitarias en la última semana de septiembre tras confirmar casos en Asunción y localidades cercanas a la frontera con Argentina. “Nosotros trabajamos en vigilancia intensificada y con estrategias específicas en relación al brote por reintroducción que tuvo Argentina, el cual actualmente está controlado. Llevamos seis semanas sin casos en el país, pero la posibilidad de una reintroducción desde Paraguay, Brasil, Bolivia o Perú representa un riesgo aumentado en este momento”, dijo a NORTE de Corrientes la directora de Epidemiología, Angelina Bobadilla.
En cuanto a la situación del covid-19, Bobadilla sostuvo que, si bien no se encuentra en un momento crítico, el virus “vino para quedarse” y los diagnósticos continúan durante todo el año. “Este año tuvimos más presencia de influenza A, algo de influenza B, y hacia fines de septiembre se registró un pequeño movimiento de la curva de covid, aunque no llegó a ser considerado un brote”, puntualizó. En la actualidad, la situación ha retornado a la normalidad, aunque se mantiene la vigilancia activa, particularmente de cara a la temporada de verano, cuando se incrementa la circulación viral debido al aumento de la movilidad de personas.
En lo que respecta al dengue, si bien Corrientes no ha registrado casos en lo que va del ciclo epidémico iniciado en agosto, la provincia se encuentra en una fase de prevención activa, denominada “etapa interbrote”. A nivel nacional, se han reportado al menos cinco casos confirmados. “Nuestra vigilancia de síndrome febril es altamente sensible debido a la historia epidemiológica que tiene la provincia. Todo cuadro febril es estudiado y sometido a diagnóstico diferencial para dengue. Hasta el momento, todos los estudios realizados han dado resultado negativo”, señaló Bobadilla.
Sin embargo, la funcionaria destacó el fuerte trabajo territorial que se viene realizando junto a la comunidad, a través de equipos de salud que llevan adelante acciones de control focal, visitas domiciliarias, identificación de criaderos de mosquitos y campañas de concientización. En ese marco, se reiteró la importancia de mantener limpios los patios, intensificar los controles luego de cada lluvia y completar los esquemas de vacunación en los grupos etarios correspondientes. Asimismo, se recomienda el uso constante de repelente, especialmente para quienes viajen a países vecinos como Brasil y Paraguay, donde el dengue se presenta de manera endémica durante todo el año, y se espera un incremento en los casos debido al aumento de temperaturas.
Respecto al rebrote de sarampión, la funcionaria fue enfática: “Paraguay es la preocupación más próxima por la cercanía con nuestras fronteras, pero también hay brotes en Brasil, Bolivia, Perú y Colombia. Incluso América del Norte ha reportado brotes, incluyendo Estados Unidos y Canadá, en parte por políticas de vacunación más flexibles”.
Ante este panorama, la vacunación se presenta como la principal herramienta de protección, especialmente para los niños pequeños y las personas inmunocomprometidas, que no pueden recibir la vacuna por condiciones médicas. Actualmente, el esquema nacional establece la primera dosis de la vacuna triple viral (que protege contra sarampión, rubéola y paperas) a los 12 meses de edad, y la segunda a los 5 años. Sin embargo, desde el próximo año, esta segunda dosis se adelantará a los 18 meses.
“El tratamiento del sarampión es sintomático, ya que se trata de una patología viral autolimitada. Se tratan las complicaciones: fiebre, lesiones en la piel, congestión, conjuntivitis, pero en pacientes inmunocomprometidos o niños con sistemas inmunes inmaduros, puede haber complicaciones severas como meningitis, que incluso pueden provocar la muerte. Por eso es tan importante prevenir con vacunas”, alertó Bobadilla.
En ese sentido, recordó que si bien los brotes en Argentina en los últimos años han sido pequeños y asociados a viajeros, el brote más reciente, ocurrido entre enero y agosto de este año, fue significativamente más prolongado. “Cada vez los brotes duran más y afectan a personas que no están vacunadas. El virus entra por un viajero que viene de zonas con circulación activa, o por un argentino que viajó y volvió contagiado”, detalló.
La funcionaria fue categórica al afirmar que “la responsabilidad no es solo individual”, ya que existe un grupo poblacional que no puede vacunarse por condiciones médicas como tratamientos oncológicos, inmunosupresión, trasplantes o embarazo. “A esas personas debemos protegerlas con la inmunidad de rebaño, vacunándonos todos los que sí podemos. Es la única manera de bloquear la circulación del virus”, concluyó.
En un contexto global donde la movilidad, el cambio climático y las brechas de cobertura vacunal generan nuevas amenazas epidemiológicas, Corrientes se mantiene alerta y activa, apelando a la conciencia colectiva como pilar para enfrentar los desafíos sanitarios actuales. La clave, insisten desde Salud Pública, sigue siendo la prevención.
(Diario Norte).